lunes, 23 de febrero de 2015

10 lecciones de cintas que ganaron Óscar

Estos filmes que obtuvieron el premio a "Mejor Película", también dejan grandes enseñanzas a los emprendedores.

La 87a entrega de los Premios de la Academia está a la vuelta de la esquina. Con todos los reflectores puestos en los nominados, vale la pena recordar algunos filmes que además de haber sido merecedores del galardón a Mejor Película, aportan valiosas enseñanzas a los emprendedores. 

Aquí nuestro top 10:

1. 12 años esclavo (12 Years a Slave)
La cinta ganadora del Óscar 2014 está basada en la autobiografía de Solomon Northup, un afroamericano nacido libre que fue secuestrado y convertido en esclavo. La historia (cuyo nombre es un gran spoiler) muestra el sufrimiento de Northup al ser separado de su familia, los golpes que recibía de su terrible dueño y, sobre todo, su deseo de mantenerse vivo.

Lección: La persistencia es clave. La voluntad de Northup es puesta a prueba de maneras cruentas y dolorosas (que tú no tendrás que vivir), demostrando la importancia de este valor para levantarse después de un fracaso. En la vida de un emprendedor hay muchos altibajos; algunos tan bajos que dejan huellas profundas. Pero, después, lo que queda es cómo las usas para transformarlas en experiencia y aprendizaje.

2. El Artista (The Artist)
En 2012 triunfó esta cinta francesa, muda y en blanco y negro. La historia tiene lugar en Hollywood a finales de la década de 1920 y relata la relación de George Valentin, una antigua estrella del cine mudo, con una exitosa actriz joven, cuando el cine sonoro reemplaza a las antiguas películas sin voz. 

Lección: Acepta el cambio y actúa. Valentin fue muy exitoso como artista de cine mudo, pero cuando llega el sonido a la industria cinematográfica no consigue adaptarse al cambio y su carrera se estanca. Lo mismo ocurre con cualquier negocio; los mercados cambian, y los consumidores y la tecnología también. Nunca te “duermas en tus laureles” y procura la innovación constante.

3. El discurso del rey (The King's Speech)
En 2011 el Óscar a Mejor Película se lo llevó esta cinta dirigida por Tom Hooper. Se centra en Jorge VI, quien para vencer su tartamudez, contrata a Lionel Logue, fonoaudiólogo australiano. Sin duda, el mejor momento de la cinta es cuando, ya convertido en rey, realiza su primera transmisión de radio donde habla sobre la declaración de guerra a Alemania.

Lección: En realidad son dos grandes enseñanzas. Primero, que puedes superar cualquier debilidad con trabajo esfuerzo; y segundo, que necesitas apoyarte de los expertos. No importa qué debilidad tengas o creas tener como emprendedor, con ayuda de la gente indicada y fuerza de voluntad lograrás superarla o incluso convertirla en una ventaja.

4. Quisiera ser millonario (Slumdog Millionaire)
En 2009, La Academia premió a esta cinta británica que tiene como protagonistas a los jóvenes indios Jamal y Latika. Después de sufrir varios problemas y situaciones terribles (como la pobreza, la prostitución y la violencia) Jamal consigue re-encontrar a Latika, el amor de su vida, entrando al popular programa de televisión “¿Quién quiere ser millonario?”.

Lección: Guíate por tu pasión, no por el dinero. Jamal encuentra trabajo y gana millones de rupias en el concurso teniendo como único objetivo dar con Latika. Esto demuestra que hacer las cosas con amor es la clave para tener éxito y superar los fracasos. Otra lección: escucha a tu intuición. Finalmente, gracias a este “sexto sentido” Jamal entra al concurso y lo gana.

5. Gladiador (Gladiator)
2001 fue el año de esta película épica dirigida por Ridley Scott. Narra la historia del general Máximo Décimo Meridio, quien es traicionado por Cómodo, hijo del emperador, asesinando a su familia y forzándolo a ser gladiador.

Lección: Nunca olvides tu misión. A pesar de ser humillado y esclavizado, Máximo no pierde de vista su objetivo: vengar a su familia. Tener el enfoque en tus objetivos es lo que impulsa a los emprendedores; nunca desvíes la mirada de las razones por las que dejaste tu trabajo y decidiste iniciar un negocio.

6. Corazón Valiente (Braveheart)
En 1996, Mel Gibson alzó el Óscar a Mejor Película por esta película. Basada en la vida de William Wallace, retrata a un héroe nacional escocés que inicia una revuelta en contra del rey Eduardo I de Inglaterra, siendo parte esencial de la Primera Guerra de Independencia de Escocia.

Lección: Lidera con el ejemplo. Wallace consigue que miles de escoceses se unan a su lucha y estén dispuestos a morir por sus ideales. Sabe motivar y tomar decisiones, pero lo más importante: guía con sus propias acciones. El “enojado” Wallace es uno de los mejores ejemplos de liderazgo en el cine y los emprendedores pueden aprender mucho de su estilo y estrategias para inspirar a su gente, incluso en los momentos más difíciles.

7. Forrest Gump
Aunque muchos decían que el Óscar 1995 debió llevárselo “Tiempos Violentos” de Quentin Tarantino, al final fue la cinta protagonizada por Tom Hanks la que obtuvo el máximo galardón. El argumento gira en torno a Forrest Gump, un joven con un ligero retraso que logra grandes metas, desde ratravesar todo Estados Unidos corriendo hasta ser campeón mundial de ping-pong y empresario de un gigante camaronero.  

Lección: No hay imposibles. Debido a su condición, se esperaba que Forrest no tuviera grandes méritos en la vida, pero demostró todo lo contrario. En tu carrera como emprendedor vas a escuchar muchos “no se puede” o “no tienes lo necesario...”. Sólo escucha a tu voz interior y si estás dispuesto a triunfar no dejes que nada se ponga en tu camino.  

8. Rocky
En la entrega de los Premios Óscar de 1977, Sylvester Stallone consagró al principal personaje de su carrera: Rocky Balboa, un boxeador de tercera categoría que pareciera no tener futuro en el deporte. Sin embargo, su entrenador Mickey cree que tiene lo necesario para triunfar si se dedica por completo al boxeo.

Lección: Para tener éxito debes cultivar la autodisciplina. De nada sirven los talentos o las habilidades naturales si no te dedicas a fortalecerlas. Quizás uno de los momentos más emblemáticos del cine sea la escena en la que Rocky sube las escaleras entrenando y alza los puños. Como emprendedor también debes estar dispuesto a trabajar duro y hacer sacrificios.

9. El Padrino (The Godfather)
El ganador del Óscar en 1973 fue este filme adaptación de la novela de Mario Puzo, a cargo del cineasta Francis Ford Coppola. Relata la historia de Michael Corleone, hijo del mafioso Don Vito Corleone, quien debe decidir entre sus propios valores y el futuro de la familia. Todos sabemos qué elige Michael.

Lección: “No es personal, son negocios”. Probablemente se trata de una de las frases más famosas del cine y el mundo empresarial. Michael y Vito son grandes negociadores; saben hasta dónde presionar y cómo obtener lo que esperan, pero sobre todo entienden que en el mundo de los negocios las relaciones deben pasar a segundo plano para evitar que éstas afecten a la empresa.

10. La novicia rebelde (The Sound of Music)
En 1966 triunfó este musical que tiene de protagonista a María, una novicia que trabaja como institutriz para la familia von Trapp. Al tiempo se enamora del padre de los niños y juntos huyen de Austria ante la llegada de los nazis.

Lección: Sé optimista. Cantar usando cortinas como vestimanta o cruzando los Alpes podría parecerte no sólo irreal, sino también algo tonto. Sin embargo, la idea detrás de estos números de baile es bastante buena: al mal tiempo, buena cara. Los nazis no invadirán tu negocio ni tendrás que atravesar montañas, pero sí enfrentarás momentos difíciles que únicamente podrás superar si cultivas una mentalidad positiva y te decides a seguir adelante.

Por Belén Gómez Pereira

domingo, 15 de febrero de 2015

7 pasos para abrir una empresa con poco dinero

No necesitas mucho capital para emprender. Aprende a administrarte y enfócate en tus objetivos para que puedas ser tu propio jefe.


Abrir un negocio propio es prácticamente el sueño de todos los mexicanos. A la mayoría de nosotros nos gustaría dirigir nuestra propia empresa, ser nuestro propio jefe y, sobre todo, ampliar por esta vía nuestros ingresos.

Sin embargo, no todas las personas cuentan con el valor que se requiere para poder emprender, ejecutar y lograr el tan anhelado sueño de desarrollar una compañía que lleve completamente nuestro ADN.

Existen decenas de pretextos que todos los días escuchamos y que están relacionados con el miedo que existe a emprender, pero sin lugar a dudas uno de los más constantes es el que tiene que ver con el tema del dinero.

La gente suele pensar que únicamente con capital se puede abrir una empresa, cosa que en parte es importante, pero no tener dinero no significa que definitivamente estemos inhabilitados de la posibilidad abrir una compañía.

Rompiendo el paradigma

Un ejemplo de esto es la experiencia que vivió Leonel Hernández y Brito, asesor de negocios y copropietario de la agencia de tecnología creativa ConceptoApps, una compañía que él mismo inauguró en el momento en que menos lo hubiera imaginado.

Luego de dejar su empleo por un típico recorte de personal y tocar varias puertas sin éxito, este emprendedor mexicano decidió jugarse el todo por el todo para abrir, junto a su esposa, su propio negocio.

Prácticamente sin un peso en la bolsa y con dos computadoras viejas que tenía en casa, Leonel inició una empresa enfocada al desarrollo de páginas web y diseño gráfico que poco a poco salió adelante.

Si bien el inicio de la compañía fue complejo, debido a que el empresario no sabía cómo vender y qué servicios ofrecer, el negocio empezó a caminar luego de mucho esfuerzo y bastante aprendizaje.

Leonel y su empresa ConceptoApps son prueba de que para iniciar una empresa no se necesitan miles de pesos para invertir, sino que todo está en el afán que se tenga para conquistar un objetivo.

¿Cómo lograrlo?

Superar el temor a emprender sin el suficiente dinero es complicado, ya que tener algunos billetes y monedas extras siempre nos dará seguridad, sin embargo, el emprendedor y asesor de negocios asegura que todo está en cómo administremos nuestras ganancias y en qué las invertimos.

Todo lo que ha aprendido desde la apertura de su compañía hasta el día de hoy, le permite a Leonel hacer siete recomendaciones importantes a aquellas personas que quieren emprender, pero que no tienen el dinero suficiente para hacerlo. Aquí te las presentamos.

1. Emprende en el terreno que conoces
El experto sostiene de entrada que el giro que elijas para tu negocio debes de conocerlo a la perfección, esto con el objetivo de que te manejes mucho mejor en el nicho y sepas como dirigirte en él para tener éxito.

Además, mientras más conozcas el sector en el que te encuentres, mejor uso darás al dinero que tienes destinado para impulsar tu empresa, evitando hacer gastos innecesarios que podrían terminar por afectarte.

2. No pagues rentas
Leonel Hernández explica que un gasto que definitivamente te debes ahorrar es el del pago de rentas por espacios físicos. A menos que estés considerando abrir un negocio de comida, como un restaurante, no pagues por oficinas o locales.

Apóyate de las plataformas de Internet si tu objetivo es vender productos definitivamente utiliza tu casa como el centro de operaciones de tu compañía. Visita a tus clientes en sus instalaciones siempre.

3. Reduce tu personal
Trata de pagar únicamente los salarios de los trabajadores que sean esenciales y básicos para tu compañía e intenta hacer tú mismo la mayoría de las labores del día a día en la compañía. Algo que puede ser muy eficaz para ti es el hecho de contratar trabajadores freelance dependiendo de las necesidades que se van presentando y pagar a colaboradores por proyecto.

4. Elabora tu plan de negocios
El asesor asegura que este es uno de los pasos más importantes para tener éxito y superar el tema del escaso capital económico, ya que mientras mejor tengas definidos tus objetivos, mejores serán tus resultados.

Tres preguntas clave que debes responder con tu plan de negocios son: ¿por qué pusiste tu negocio?, ¿cuáles son los bjetivos de tu compañía? y ¿qué metas paulatinas tendrás a futuro?

5. Mayores ingresos, menores egresos
Para Leonel Hernández es muy importante que dado el poco capital que tienes para invertir en tu negocio, realices evaluaciones bimestrales o trimestrales cuyo objetivo sea el ver cómo puedes aumentar tus ingresos y reducir tus egresos.

Esta actividad le ayudará a tu empresa a convertirse en un negocio rentable que genere los ingresos que necesitas y tenga una vida mayor a la que tienen las Pymes en nuestro país.

6. Convierte Internet en tu escuela
Internet fue una de las plataformas que más ayudó a este emprendedor a cumplir con su objetivo, ya que además de permitirle posicionar su empresa, lo apoyó con mayores conocimientos. Leonel Hernández trató de aprender más acerca del desarrollo de empresas no en una escuela, sino en la red, sitio en el que observó consejos y tutoriales en sitios relevantes para ir apuntalando a la compañía.

7. ¡Cuidado con el negocio de tus sueños!
Finalmente, el experto aconseja a los emprendedores el tener cuidado con ese negocio de sus sueños que durante toda su vida han querido emprender, ya que puede hacerlos perder la cabeza.

Muchas veces se tiene tanta fe en una posible compañía, que nos puede hacer gastar más dinero del que tenemos con el objetivo de materializarlo. Será mucho más importante que evalúes los nichos en los que existe mayor posibilidad de éxito y te decantes por uno de ellos.

Por Alejandro Medina

domingo, 8 de febrero de 2015

Conoce los errores que catapultaron a cuatro emprendedores

No contar con un plan de negocio o estudios de mercado los obligó a cerrar; sin embargo, supieron aprender de sus fallos iniciales, mejoraron la técnica y tuvieron éxito.

La falta de un plan de negocios, no haber hecho un estudio de mercado o aferrarse a una idea de negocio que no tiene futuro pueden llevar al emprendedor al fracaso.

Si bien la carrera del emprendimiento está llena de obstáculos que parecen no terminar, hay emprendedores que han aprendido de sus errores y han decidido cambiar de giro, innovar en su producto y canales de venta o simplemente abandonar esa idea para comenzar de nuevo.

No pensar en el cliente final
En 2004, Vicente Fenoll decidió iniciar un negocio de desarrollo de software para mejorar el sistema de las microfinancieras, pero era tan sofisticado que éstas no querían comprarlo.

Fue durante un viaje a España, donde conoció la experiencia de otros emprendedores que utilizaban Internet para dar servicio a sus clientes, que entendió que algo estaba haciendo mal: tenía que enfocar su producto al cliente final, no a las microfinancieras.

Con esa idea regresó a México y realizó las adecuaciones. “Hay que ser rápido con el fracaso y entender en qué te estás equivocando, cambiar e involucrar al equipo”, dijo.

Aquella plataforma se convirtió en agosto del 2013 en Kubo Financiero, una sociedad financiera popular sin sucursales que opera a través de Internet y tiene 37 empleados. En dos años la empresa ha registrado 1,700 operaciones a través de 1,005 clientes y que ha colocado 38 millones de pesos en préstamo, de los cuales sus acreditados deben 15 millones.

Vender a un nicho equivocado
Lidia Ávila y sus cuatro hermanos vieron que el hobbie de sus padres, preparar dulces de amaranto los fines de semana, podría convertirse en un negocio rentable. Le agregaron un valor agregado: lo hicieron un producto gourmet con amaranto 100% mexicano y nuevos ingredientes. Pero el canal era el equivocado.

“Comenzamos a vender nuestro producto en la calle, competíamos erróneamente con el comercio informal quienes tenían un producto 50% más barato que el nuestro”, dijo Lidia, fundadora de Chikahuak.

Después de una visita a las tiendas y mercados gourmet, se dio cuenta de que estaban equivocando el canal por el cual querían vender sus productos. “Estábamos en un nicho de mercado que no correspondía, no supimos valorar nuestro producto”, aceptó.

La empresa, ubicada en la delegación Xochimilco, se prepara para ampliar su oferta de productos. Hoy produce mensualmente 1,500 barras de alegrías, además de obleas, bombones, canasta de regalos, galletas, trufas y panques.

Emprender sin pasión
Los familiares de Gabriel Haddad eran libaneses y de oficio maquiladores y textileros. Fue así como desde joven comenzó a trabajar en la venta y distribución de telas. En 2005, abrió con sus ahorros una fábrica de telas que se utilizan para rellenos o decoración.

Durante tres años estuvo realizando una actividad que no le apasionaba ni le satisfacía, pues su pasión era la tecnología, porque había estudiado ingeniería industrial. “Me encontraba en un negocio complicado, con una competencia de productos asiáticos fuerte y todos los días tenía que resolver problemas”, dijo.

En 2008 Haddad decidió cerrar la empresa, liquidó deudas con 30 empleados y proveedores y durante 18 meses pensó en qué emprendería.

Optó por iniciar un negocio de tecnología que permite controlar los inventarios de una empresa a través de radiofrecuencia. Con esta tecnología se puede contabilizar 150 objetos por segundo y a una distancia de 12 metros.

“Antes de iniciar un proyecto hay que preguntarnos cuál es tu propósito en la vida, como persona, y si eso que vas a hacer va a cumplir o va a ser un vehículo para alcanzar tu propósito, sino es así no vas a encontrar la motivación para seguir adelante y vas a terminar frustrado”, dijo Gabriel.

Precios altos para un producto tradicional
El emprendedor serial Alberto Álvarez Morphy, quién ha creado e invertido en más de 20 empresas de distintos sectores, no siempre tuvo la mejor de la suerte, pero se considera un emprendedor “necio y nato”.

“Ser emprendedor en México es lo más cercano a ser superhéroe, hay que estar consciente del riesgo que se enfrenta y estar dispuesto a perder”, comentó.

Su primer fracaso comenzó en el 2000 cuando quiso vender queso en restaurantes, pero no tomó en cuenta que se trataba de un producto perecedero y que se tenía que consumir muy rápido. La empresa cerró en seis meses.

Seis años después, inició una cafetería en la colonia Roma, donde vendía tamales a 20 pesos. Pocas personas los consumían y el poco que lo hacía no regresaba por los altos precios. “Cuando decidimos modificar los productos y bajar los precios ya era tarde”, dijo dos años después.

“Nos aferramos al romanticismo, nos aferramos a quererlo hacer funcionar”, confesó.

Actualmente cuenta con una agencia de marketing digital y una empresa de incentivos para empleados, en las dos ocupa las funciones de director general y realiza actividades de vendedor y agente promotor. Además prepara en breve iniciar un negocio de bebidas gourmet.

Tomado de CNN Expansión

domingo, 1 de febrero de 2015

5 Recomendaciones para tener resultados en tu negocio

¿Te has preguntado alguna vez por qué algunas personas consiguen resultados y otras no, aunque parezca que hacen lo mismo? Yo lo hago continuamente y la cuestión es que aunque “parece” que hacen lo mismo, seguramente no es así. Entonces, ¿qué marca la diferencia? 


Yo le he estado dando vueltas a qué hago yo en mi negocio para tener resultados y estas son las cosas que considero que son sido imprescindibles para tener resultados tanto en tu negocio como en tu profesión:

1. Hacer lo que tienes que hacer

Me escriben muchas personas diciéndome que no hacen algo porque “es que no estoy motivada, es que no me apetece, es que estoy cansada” y un largo etc. Cada uno tiene sus circunstancias y prioridades, pero una cosa está clara, si quieres que tu negocio (o tu profesión) salga adelante tienes que hacer, no solo pensar o planear, HACER. Como escuché una vez decir a Juanjo Azcárate: “Ni miedo, ni pereza, ni vergüenza”.

Solo hay una excepción, cuando realmente no quieres hacer algo porque no concuerda con tus valores, por ejemplo, eso es otra cosa. Pero como siempre les digo a mis clientas de coaching, si te da vergüenza/miedo/pereza, te aguantas.

Hacer en vez de pensar y planificar marca la diferencia. Y sí, todos somos humanos y podemos flaquear algunas veces, no pasa nada, se acepta y se sigue adelante.

2. No hacer las cosas al azar. 

Que hagas lo que tienes que hacer no significa que hagas cualquier cosa. Mis clientas saben que yo siempre hablo de seguir una estrategia para todo. Nada de levantarte y decir “a ver qué hago hoy”, así lo único que consigues es perder el tiempo. Siempre tienes que tener claro cuál es tu siguiente paso y esto sirve tanto para negocios como para tu carrera. Aquí es donde entra en juego la planificación, saber en cada momento donde estás y dónde quieres llegar, para poder decidir qué movimiento es el más práctico en este momento.

Esto es especialmente importante porque estamos desbordados de información y si no tienes claro qué tienes que hacer, acabarás perdida, ocupada con mil cosas pero sin hacer nada de verdad relevante o que saque adelante tu negocio.

3. Mejorar. 

Personalmente, yo siempre estoy experimentado y probando como mejorar mis resultados, continuamente aprendiendo cosas útiles para mi negocio, no me quedo estancada ni aunque me vaya bien. Cuando tienes una estrategia y sabes donde estás también sabes qué puedes mejorar y te centras en eso. Por supuesto hay etapas de menor actividad donde en vez de remar dejas que te lleve la corriente, por así decirlo, pero solo para tomar un respiro.

También puede suceder que estés completamente satisfecha como estás y no quieras crecer o cambiar nada, entonces perfecto sigues haciendo lo que funciona mientras te vaya bien. Eso dependerá de tus objetivos y del tipo de negocio que quieras. No tienes por qué hacer lo que los demás están haciendo, puedes quedarte como estás o puedes ir a por más, es tu decisión, lo importante es que estés contenta con lo que haces.

4. Divertirte. 

Yo disfruto mucho con lo que hago en mi negocio, desde hablar con mis clientas, hasta escribir artículos, o aprender como aumentar porcentajes de conversión o a vender mejor. Me encanta. Por supuesto, no todo me gusta, siempre hay alguna parte que te gusta menos y es normal, que nadie piense que te tiene que gustar absolutamente todo, eso no es real.

Para mi es imprescindible disfrutar con lo que hago, no tiene por qué ser cierto para ti también, quizá para ti el trabajo es simplemente un medio para conseguir otras cosas y está bien. En mi caso disfrutar hace que no me canse, que persista y, cómo no, cuando te gusta lo que haces, los demás también lo notan. No es lo mismo.

No sólo eso sino que también es importante divertirte en tu tiempo libre porque, por un lado, quién sabe, puede ser una nueva fuente de ingresos en un futuro. Como cuando me apunté al curso de coaching simplemente porque me gustaba, por ejemplo, y mira donde estoy. 

Además, cuando cuidas tu desarrollo personal y disfrutas, también se nota en la parte profesional.

5. Invertir

En mi opinión es fundamental invertir para aprender a hacer las cosas bien. Intentar hacerlo todo tu sola para ahorrarte dinero no funciona y cuanto antes lo aceptes, antes prosperarás. Mucha gente quiere tenerlo todo sin invertir nada, lo siento pero no funciona así. En primer lugar si tu no inviertes en nada por qué alguien va a invertir en ti. No seas el tipo de cliente que no quieres para ti…

Para mi negocio, invertir en programas y mentores ha supuesto un antes y un después en todos los aspectos, motivación, energía, resultados e ingresos. Poco más hay que decir. Empieza con lo que puedas y ya sabes, si tienes un negocio no te queda otra, es parte del juego.

Estos son mis cinco imprescindibles, y tu ¿qué estás haciendo para salir adelante? Cuéntame en los comentarios qué consideras tu imprescindible o con cual de mis puntos te identificas más.

AUTOR(A): Aida Baida Gil