domingo, 28 de septiembre de 2014

7 lecciones del hombre más rico de China

¿Cómo fue que Jack Ma fundó Alibaba, la empresa de e-commerce más valiosa del mundo? Con visión, 17 amigos y 60 mil dólares.

El maestro de inglés y emprendedor Jack Ma fundó Alibaba hace 15 años en su pequeño departamento en Hanzhou, China. El viernes pasado, Ma se convirtió en el hombre más rico de China. Con una capitalización de mercado de 231 mil millones de dólares, el minorista online es casi tan valioso como Wal-mart y más grande que Amazon y eBay combinados.

Esto es sólo el comienzo, ya que Alibaba planea expandirse en América y Europa invirtiendo casi mil millones de dólares en varias startups de Estados Unidos incluyendo Uber, Lyft, ShopRunner, Fanatics, Tango y Kabam.

Todo emprendedor aspirante y actual debería aprender cómo fue que un maestro de inglés chino convirtió una visión, un grupo de amigos y 60 mil dólares en grandes riquezas y en la empresa más valiosa de comercio electrónico. Sin duda, este caso será estudiado en las escuelas de negocios durante generaciones.

1. Comienza aquí, ve a donde sea. 
Reconociendo la importancia del inglés, cuando Ma era joven llevaba su bicicleta a un hotel cercano y guiaba a los extranjeros alrededor de la ciudad sólo para aprender y practicar el lenguaje. Su pasión por el emprendedurismo en muchas formas se parece a Masayoshi Son, quien creció siendo pobre y siguió su sueño a Silicon Valley graduándose de U.C. Berkeley antes de fundar Softbank. Como presidente de Softbank y Sprint, Son es ahora el hombre más rico de Japón.

2. Tenía una visión….y ayuda de los demás. 
Ma vio en internet un gran potencial para conectar negocios a través de todos los habitantes de China. So y su esposa juntaron a 17 amigos y reunieron 60 mil dólares para fundar la empresa. Eso creó una base para la estructura dinámica en cuanto a los socios de la empresa y una cultura organizacional única diseñada para crear la colaboración, disminuir la burocracia y promover la rendición de cuentas para un crecimiento a largo plazo.

3. Ve por lo grande o vete a casa. 
Aunque el crowdfunding hubiera existido cuando Alibaba fue fundada, dudo que Ma hubiera tomado esa ruta. En lugar de eso, él y sus amigos apostaron todo logrando tener una inversión ángel de cinco millones de dólares, 20 millones de Softbank en el 2000, mil millones de Yahoo cinco años después y 1.6 mil millones de Silver Lake Partners y DST Global en 2011. Así es como logras cosas grandes.

4. Los grandes problemas llevan a grandes oportunidades. 
La falta de materiales para la infraestructura en China siempre ha sido un obstáculo insuperable para la gran cantidad de comerciantes de pequeños negocios. Alibaba resolvió eso y ahora representa el 80 por ciento del comercio electrónico del país asiático.

5. La innovación viene de individuos únicos que piensan y actúan diferente. 
Todos hablan sobre cambiar el mundo y ganar miles de dólares, pero aquellos que realmente lo logran es gente excepcional con grandes ideas, una visión poco común y gran pasión para hacer el trabajo. La innovación disruptiva viene de las personas que no siguen el mismo estatus quo y que buscan formar su propio camino.

6. Párate en los hombros de los gigantes….pero aprende de sus errores. 
Como Amazon y eBay, Alibaba es una empresa de e-commerce, pero ahí es donde la similitud termina. Alibaba realmente no tiene un inventario o vende cosas. Es un intermediario que colecta las tarifas anuales y comisiones de comerciantes más grandes y tarifas de publicidad de los más pequeños. El resultado es uno de los negocios más escalables y rentables del mundo.

7. ¿Qué hay en el nombre? Menos de lo que crees. 
Apple, Facebook, Google, Microsoft, Uber, Starbucks. ¿Qué tienen en común todos estos nombres y empresas? Nada. Algunas son uniones o nombres inventados. Lo que tu negocio hace por los clientes es lo que cuenta, no tu nombre o marca personal.

Jack Ma estaba sentado en una cafetería de San Francisco cuando pensó en cómo Ali Baba escuchó por casualidad la contraseña secreta de Los 40 Ladrones: “ábrete sésamo” y obtuvo grandes riquezas. Tenía mucho que ver con su visión de liberar el gran potencial de los pequeños y medianos comerciantes de China. Ahora ya sabes el secreto de cómo logró su sueño.

Por Steve Tobak

domingo, 21 de septiembre de 2014

10 frases de Peter Drucker

Toma nota de las citas de este famoso filósofo de management y aplícalas en tu vida para trabajar mejor.

Mi primer profesor en la universidad era fan de Peter Drucker. Comenzó su curso mostrándonos a fondo el libro titulado “The Effective Executive” (El Ejecutivo Eficaz) y concluyó con la lectura de “The Price of Management” (El Precio de la Gestión).

Gracias a estas clases, desarrollé un gran apetito por la sabiduría de este gran líder. A los jóvenes emprendedores que no estén familiarizados con las enseñanzas de Drucker les haría bien estudiar sus ideas respecto al mundo de la “gestión”. Los millennials sumidos en un ambiente corporativo tradicional y los que viven dentro del método lean startup van a encontrar sus puntos muy interesantes.

Aún después de estos años estas 10 frases de Drucker siguen retumbando en mi cabeza.

  1. "Hacer lo correcto es más importante que hacer las cosas bien"
  2. "Si quieres algo nuevo, tienes que dejar de hacer algo viejo"
  3. "No hay nada tan inútil como hacer con gran eficiencia algo que no debería haberse hecho en absoluto"
  4. "Lo que se mide mejora"
  5. "Los resultados se obtienen al explotar las oportunidades, no al resolver los problemas"
  6. "Gran parte de lo que llamamos gestión consiste en hacer que sea difícil para la gente trabajar"
  7. "La gente que no se arriesga generalmente comete dos grandes errores por año. Los que si toman riesgos generalmente cometen dos grandes errores por año"
  8. "Gestión es hacer las cosas bien, liderazgo es hacer las cosas"
  9. "La planificación a largo plazo no se ocupa de las decisiones futuras sino del futuro con las decisiones actuales"
  10. "Innovar es encontrar nuevos o mejores usos a los recursos de los que ya disponemos"



Por Jeff Shore

lunes, 15 de septiembre de 2014

Las 7 excusas más utilizadas por las personas improductivas

Nosotros nos intentamos convencer de que algo está bien cuando, en realidad, sabemos que no es así.

Forbes. Los pretextos nos sirven de escudo para no hacer un trabajo determinado o esquivar las consecuencias de no obtener buenos resultados. ¡No te engañes más! Es momento de olvidar estas excusas a las que recurren con facilidad para dar la espalda a tus obligaciones.

1. Retrasar el momento 
Comienzas a retrasar la hora en la que realizar tu trabajo sin ninguna explicación más allá de tu falta de ganas por hacerla. Al final, dejas pasar el tiempo más de lo requerido. Además se te acumula el trabajo. Resolverlo tan pronto como sea posible te evitará futuros dolores de cabeza.

2. No estoy capacitado para esto 
Ni siquiera te das la oportunidad de intentarlo por miedo al fracaso. Cuando el trabajo se sale de lo establecido y precisa de una mayor implicación y concentración tiendes a cederlo a otro compañero. Te apoyas en la limitación de tus conocimientos y rechazas la idea de ampliarlos.

3. No voy a obtener nada con ello 
Te adelantas al resultado final y optas por no hacer un trabajo con el que crees que no tendrás ningún beneficio. Estás desaprovechando muchas oportunidades que te pueden abrir camino en tu carrera profesional. Tu jefe no sólo valorará que tus resultados sean positivos sino la calidad de tu trabajo y el esfuerzo que has puesto en ello.

4. Me falta información 
Pretendes que, cuando tengas que abordar un proyecto concreto, te faciliten toda la documentación necesaria para llevarla a cabo. No seas tan cómodo y utiliza tus herramientas para analizar y recopilar datos sobre el tema. No esperes sentado a que otros hagan parte del trabajo por ti.

5. Es demasiado tarde 
Ya lo dice el refrán: nunca es demasiado tarde si la dicha es buena. Aunque quizás estés fuera del tiempo establecido, siempre es mejor finalizar tu tarea que dejarla a medio. Es una tendencia general ser impuntual y escudarte en la falta de tiempo para terminar tu trabajo.

6. No forma parte de mis objetivos 
No siempre podrás realizar las funciones que quieras ni con todos los trabajos te sentirás igual de motivado. Aún así, es tu responsabilidad hacer todo lo posible por obtener un buen resultado y ofrecer lo que te piden.

7. Es imposible hacerlo sólo 
Es muy común que solicites ayuda a tus compañeros cuando la necesites pero, no confundas conceptos. Una cosa es dejarte asesorar y pedir consejo y otra muy distinta es dejar en manos de tu equipo el trabajo que no quieres hacer. Ten consideración con ellos.

lunes, 1 de septiembre de 2014

No tema negociar con alguien más poderoso

Harvard Business Review. Puede ser abrumador pedir al jefe una nueva tarea o intentar aterrizar un contrato con un cliente grande. Pero puede tener éxito si aborda la negociación de la forma correcta.

CONSEJOS EMPRESARIALES

No deje que el miedo a la competencia nuble su juicio. Con frecuencia, si otros candidatos están siendo entrevistados o si seis vendedores están luchando por el contrato, nos sentimos tentados a bajar nuestras exigencias. No reduzca su propio valor; piense en las habilidades y experiencia que ofrece y que los demás no.

Para dominar su miedo, lo más importante es estar bien preparado. Haga una lista de lo que quiere de la negociación y por qué, y después estudie las motivaciones, obstáculos y metas de su contraparte para que pueda hacer una lluvia de soluciones creativas que funcionen para ambos. Encuentre datos que ayuden a establecer su punto, y armese de confianza escuchando y haciendo preguntas. Todo esto lo ayudará a mantenerse tranquilo.

(Adaptado de “How to Negotiate With Someone More Powerful Than You”, de Carolyn O’Hara)

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Sepa cuándo dejar pasar una discusión
A veces la mejor solución para el conflicto en el espacio laboral es simplemente dejarlo en paz. Si está decidiendo entre sacar un tema o no, primero pregúntese: ¿Estoy muy sensible en este momento? Emociones intensas dificultan discutir el tema productivamente, y pueden escalar el conflicto si se escapan palabras que duelen. Después pregúntese: ¿Siquiera podemos llegar a una solución?

Si no cree que una conversación va a cambiar algo (por ejemplo, si su colega está aferrado a su forma de actuar o si el daño ya está hecho), lo mejor es dejarla pasar. Haga lo que pueda para finalizar o posponer la conversación: “No estoy listo para hablar del tema en este momento. Déjame aclarar lo que pienso y tal vez podamos hablar mañana”.

Y una vez que haya optado por salirse, acepte su propia decisión y no rumié.

(Adaptado de “When and How to Let a Conflict Go”, de Jeanne Brett)

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Para obtener lo que quiera, encuentre una similitud
Cuando se está empezando una negociación intensa, formar confianza desde el principio es importante: facilita el trabajo de alinear los intereses de ambos (y hace que la persona del otro lado de la mesa tenga más probabilidad de honrar sus compromisos). Puede establecer confianza creando un sentido de similitud entre los dos; sentirse parecido es uno de los mecanismos básicos de la mente para determinar lealtad.

Entonces, la próxima vez que esté negociando encuentre y enfatice algo (lo que sea) que ayude que su contraparte se percate del vínculo con usted. ¿Son fanáticos del mismo equipo deportivo? ¿Su primer trabajo fue similar? ¿Ambos hacen malabares con su vida personal y laboral? Ese sentido de afiliación lo hace más dispuesto a cooperar y encontrar una solución que sirva a todos.

(Adaptado de “The Simplest Way to Build Trust”, de David DeSteno)

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Haga que las reuniones sean más productivas
Estamos dedicando demasiado tiempo laboral precioso asistiendo a reuniones improductivas. Entre la mayoría de los ejecutivos, las reuniones consumen al menos 20 horas por semana. Una reunión genera otra, y así por el estilo. A continuación tres formas de evitar exceso de reuniones:

  • Mantenga en siete la lista de invitados. La Regla de 7 dice que después de ese número, cada invitado adicional reduce en 10% la probabilidad de tomar una decisión buena, rápida y ejecutable. Entonces, una vez que alcanza 16 o 17 invitados, su efectividad de decisión es básicamente nula.
  • Haga que la mayoría de las reuniones duren menos de una hora. La mayoría programamos reuniones de 60 minutos por rutina. Cada minuto adicional genera más costo, así que intente reservar periodos más breves que puedan usarse más productivamente. ¿Puede abordar toda su agenda en 30 o 45 minutos?
  • Use reuniones más largas con moderación. Cree (y respete) una nueva regla: cualquier reunión programada para 90 minutos o más requiere de aprobación sénior.


(Adaptado de “Yes, You Can Make Meetings More Productive”, de Michael C. Mankins)

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Haga espacio para su equipo en su plan de negocios
Los inversionistas que evalúan un plan de negocios a menudo empiezan leyendo la sección de quién está involucrado . Entonces, hacer un esfuerzo para presentar a su equipo administrativo es igual de importante que describir la empresa, la competencia y las cuestiones financieras.

Incluya el currículo de todos en la sección de anexos, y use la sección biográfica para subrayar dónde han trabajado antes los miembros de su equipo y en qué forma proyectos previos se relacionan con la nueva empresa. Comparta cualquier habilidad especial que aporten a la mesa.

Muestre que son capaces de reconocer riesgos, responder a problemas y tomar decisiones difíciles. Los inversionistas querrán saber qué tan comprometidos están, así que comunique qué motiva a cada integrante del equipo. Entonces podrá presentar al equipo como una unidad; afirmar sus fortalezas, reconocer sus debilidades y explicar su filosofía gerencial.

Distribuido por The New York Times Syndicate