¿Debo renunciar a mi empleo?

Estamos a inicios del 2015 y en esta época del año hacemos un balance de nuestros logros personales y profesionales. Esta es una excelente oportunidad para preguntarnos cómo nos sentimos en el ámbito laboral y si hemos alcanzado los objetivos que nos planteamos al inicio del año pasado. Generalmente, ciertas preguntas suelen pasar por nuestra mente: ¿Me siento feliz en mi actual empleo?, ¿La relación con mi jefe es óptima? , ¿Mi opinión es considerada?, ¿Tengo el desarrollo profesional que estoy esperando?

En algún momento de nuestras vidas todos soñamos con tener el “trabajo ideal”, el cual nos permita tener un jefe excepcional, plantee retos, reconozca nuestro trabajo y  nos brinde oportunidades de carrera. Sin embargo, la realidad es diferente y en muchos casos nos vemos en la necesidad de adaptarnos a una empresa que, si tenemos suerte, nos permita alcanzar desarrollo corporativo y balance personal. Ciertamente, es verdad que nuestra vida laboral va evolucionando progresivamente, dependiendo del momento personal que estemos experimentando, pero es responsabilidad nuestra analizar si realmente somos felices haciendo nuestro trabajo y si nos sentimos parte de la cultura organizacional.

A continuación, enumero algunas razones que pueden ayudar a tomar la decisión de renunciar y abrir nuevos horizontes para tu desarrollo profesional y felicidad personal:

1. NO EXISTE MAYOR APRENDIZAJE.

El aprendizaje es un proceso constante, cada empleo debe traer retos, y oportunidades de promoción pero si sientes que tus responsabilidades asignadas no cambian y sigues haciendo lo mismo, quizás lo mejor es momento de ver otras opciones.

2. PASIÓN POR TU TRABAJO

La motivación y la pasión por lograr resultados son elementos claves para tener un desempeño ideal en tu puesto de trabajo. Generalmente, todo profesional busca ser reconocido por acciones que conllevan a la construcción de logros. En ese sentido, si esa “pasión” se perdió, lo mejor es evaluar realmente si estás agregando valor en la organización.

3. MATCH CON LA CULTURA DE LA ORGANIZACIÓN

La cultura organizacional es el corazón, es el ADN de las corporaciones. Si sientes que el estilo gerencial y la estructura  organizacional son muy jerarquizadas y tu deseas influir en cada aspecto de tu trabajo, así como la interacción entre tus compañeros y la manera de tomar decisiones no encajan con tu forma de ser y te sientes limitado en tu accionar y adicionalmente el estilo de vestir al ir al centro de trabajo no van contigo, lo que va a suceder es que todas estas limitantes te generen frustración y desmotivación. El match cultural es sumamente importante.

4. RELACIÓN CON TU JEFE

Generalmente el centro de trabajo es como el segundo hogar, pasamos gran parte del día y, en muchos casos, nuestros compañeros de trabajo se vuelven amigos cercanos personales, generando compromiso e identificación. Pero ¿qué sucede cuando cada mañana te despiertas y sientes que, al revisar tu Smartphone, camino al trabajo, ves correos de tu jefe dirigiéndose a tu persona de una manera inadecuada o que te hace quedar mal en un correo masivo? Este es un solo un ejemplo, sin embargo es importante que evalúes la situación si sientes que tu jefe no te considera o si no se preocupa por tu aprendizaje o desarrollo profesional.

5. EL DESARROLLO PROFESIONAL NO APARECE

El desarrollo de carrera es un factor transcendental en la vida profesional de cualquier persona. Nos dedicamos años a estudiar y especializarnos para poder aplicarlo a nuestro trabajo y tener la oportunidad de cultivar logros y sentirnos felices de los proyectos alcanzados. Pero, ¿qué ocurre cuando estos acontecimientos no se llegan a concretar? Generalmente aparece la desmotivación y el aburrimiento. Adicionalmente si le sumamos que nos aumentan el trabajo sin incremento de sueldo y promoción laboral, la situación empeora aun. Puede ser motivante al inicio pero si sentimos que en la empresa donde trabajas no existe oportunidades de crecer, lo mejor es abrir los ojos y ver opciones en el mercado.

Por: Alberto Loyola

¿Qué recompensa hace que seas fiel a tu empresa?

Un aumento de sueldo es siempre efímero en términos de motivación, igual que la palmada en la espalda o ciertas florituras y ‘comodidades laborales’.

Oficinas extravagantes con todas las comodidades, salas de descanso, actividades in house para hacer felices a los empleados pero ¿es ésta la verdadera motivación?.

Aunque no son las únicas, las compañías tecnológicas suelen ser “expertas” en esta clase de incentivos, tal como Adobe Systems Inc., que incluye una cata de whisky para sus empleados, y sus responsables de gestión del talento se dedican a cuestiones inverosímiles para otras compañías, como contratar máquinas de nieve para celebraciones en la pista de baloncesto corporativa.

Zynga solía servir comidas y cenas diarias usando ingredientes especiales como una rara mayonesa japonesa o siropes de diversos sabores, e incluso ofrecía cortes de pelo a sus trabajadores.

Y Hewlett Packard organizaba una fiesta de la cerveza los viernes por la noche y adquirió terrenos que dedicó a zona de acampada y recreo para sus empleados. HP es pionera en la introducción de las stock options en la década de 1950 y el trabajo flexible en 1973.

¿Y el dinero?

Otras empresas apelan al dinero como herramienta de “felicidad laboral” completa pero los expertos calculan que la motivación extra que proporciona un aumento de sueldo dura tres meses.

Un estudio de la Universidad de Princeton asegura que a partir de unos ingresos anuales de US$ 75,000 dólares no hay mayores consecuencias en términos de felicidad, estrés, disfrute o frustración.

Yolanda Gutiérrez, socia de Eversheds, cree que el elemento económico sigue siendo uno de los principales cuando se habla de motivación, pero su impacto es a corto plazo, y más pronto que tarde se interioriza o se olvida.

Agregó que “las empresas deben trabajar con otros elementos cuyos efectos son a largo plazo”.

Montse Ventosa, presidenta de Truthmark, coincide en que “el salario, más que una motivación, es un básico, del mismo modo que el lugar de trabajo y los recursos para desempeñar una actividad excelente”.

Las cosas que de verdad motivan son las intrínsecas, que son recompensas que nos damos a nosotros mismos: siento que estoy aprendiendo; que formo parte de un grupo exclusivo; que soy útil en la organización, y que me siento reconocido.

Además, están las trascendentes, que van mucho más allá: siento que colaboro a hacer una sociedad mejor, entre otros.

Diario Expansión de España

Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)

5 cosas que todo CEO debe tener presente para comenzar bien el 2015

Para planificar un nuevo año es importante concluir bien el ejercicio anterior y hacer una revisión de todas las áreas.

Enfrentar el comienzo de un nuevo año a veces no resulta muy satisfactorio para algunas empresas y se puede deber a que no planificaron, no analizaron su entorno y no previeron cómo se proyectaban. Sin embargo, aún se está a hora para realizar los últimos ajustes y comenzar el 2015 con el "pie derecho".

Bajo este escenario, María de los Ángeles Battle, gerente de Marketing de AvalChile -organización que apoya a las Pymes para obtener financiamiento en Chile- entrega algunos consejos que todo CEO debe tener presente para empezar el año entrante con éxito.

Análisis de resultados

Para planificar un nuevo año es importante concluir bien el ejercicio anterior y hacer una revisión de todas las áreas, identificando dónde se hicieron bien las cosas y en qué áreas hay puntos por mejorar. Lo importante es tener claridad de hacia dónde se quiere llevar a la empresa en el mediano plazo, para poder analizar de mejor manera qué se mantendrá, eliminará y modificará, y cuál es el objetivo de los cambios que se quieran realizar de cara al 2015.

Planificación estratégica

Es muy relevante saber, con los pies en la tierra, cuáles son las metas para el próximo año y cómo pensamos alcanzarlas. Ya habiendo analizado los resultados del año 2014, se puede tener una vista realista de lo que se quiere para el 2015 y los años futuros, y a su vez, comprender qué recursos y decisiones se requieren para lograr estas metas. Ahora bien, para planificar el año de manera más práctica, es recomendable hacer una carta Gantt con una calendarización clara y simple de cuándo se piensan ejecutar determinadas acciones para alcanzar cada uno de los objetivos propuestos. En este proceso, nunca hay que olvidar las definiciones medulares del negocio, es decir, quiénes somos como empresa, cuál es nuestra misión y visión y para qué existimos.

Atención con el entorno

Para poder planificar bien el año, es muy importante mirar hacia afuera y entender lo que está ocurriendo en nuestro entorno, qué está haciendo nuestra competencia y hacia dónde van, en qué están nuestros clientes e identificar si sus necesidades son las mismas o han cambiado, comprender lo que ocurre en el marco regulatorio y cómo afecta a las pymes, etc. En este último punto, es muy importante que las pymes en Chile planifiquen los aspectos tributarios dados los cambios regulatorios ocurridos el 2014 y, a su vez, estar atentos con los cambios regulatorios que ocurran respecto de temas laborales, que también pueden afectar a la pequeña y mediana empresa.

Presupuestar

Para conseguir los objetivos de la empresa y hacerla crecer, probablemente haya que invertir. Pero la inversión debe ir de la mano de un flujo de caja vigoroso. Para ello, es bueno hacer presupuestos y tratar de atenerse a eso, sin perjuicio de que esos presupuestos se puedan y deban ir revisando, en la medida en que la empresa crezca y avanza el año. También es importante revisar los gastos del año anterior y evaluar qué es realmente imprescindible y dónde se está derrochando. Nunca hay que olvidar que si bien los presupuestos deben ser desafiantes, también deben ser realistas, porque un presupuesto que se ve como inalcanzable desde el inicio del período sólo consigue desmotivar a quienes deben cumplirlo.

Revisar la imagen

Es importante revisar qué estamos proyectando como empresa. Porque por un lado se toman decisiones dentro de la empresa, del producto servicio que queremos entregar, de los valores que queremos proyectar, etc., pero por otro lado está la verdadera imagen que proyectamos, que puede diferir de lo anterior. Para eso es recomendable hacer una revisión de todas las plataformas a través de las cuales nos comunicamos con nuestros clientes (sitio web, redes sociales, mailings, comunicación telefónica, etc.) y saber si se ejecutarán algunas acciones adicionales.

Por AméricaEConomía.com