Algunos de los emprendedores más exitosos no han potenciado sus habilidades para escuchar –y esto podría estar jugando en su contra. Y es que si te tomas el tiempo para escuchar lo que los demás tienen que decir -en especial tus clientes y empleados, cuya retroalimentación es muy valiosa- construirás una base de seguidores leales para tu marca. Pero ten cuidado: evita juzgar y procura simplemente escuchar.
Te compartimos cinco técnicas para hacerlo más efectivamente:
1. Abre tu lenguaje corporal. Tu lenguaje corporal revela si estás o no interesado en una historia. Cuando escuchas activamente a alguien, te inclinas un poco hacia adelante y haces contacto visual. Una simple sonrisa y un asentimiento ocasional mostrarán que estás interesado e involucrado con lo que la otra persona dice.
En situaciones en las que te sientes incómodo (como en un evento de networking) podrías tener la tendencia de cruzarte de brazos, poner tus manos en los bolsillos o exhibir otras formas de comportamiento nervioso. Estas pequeñas barreras físicas pueden desmotivar a otras personas a acercarse a ti.
2. Mantente involucrado. Si estás en un lugar muy lleno y ocupado, enfócate más en la persona con la que estás hablando y menos en lo que sucede a tu alrededor. De la misma manera, cuando estás hablando por teléfono, dale la espalda a tu computadora y bríndale a la persona toda tu atención. Cuando te distraes con la tecnología, haces sentir a las personas que son poco importantes.
3. Resiste la necesidad de interrumpir. Puede serte tentador terminar la oración de la otra persona para demostrar que entiendes el mensaje, pero esto puede parecer grosero de tu parte. Escuchar construye confianza. Si interrumpes a alguien -aunque tus intenciones sean buenas- se le niega la oportunidad de expresar sus sentimientos y emociones. Para asegurarte que no interrumpirás, siempre páusate unos cuantos segundos antes de responder.
4. Haz preguntas. La palabra más poderosa en una conversación es: “Cuéntame”. Las personas se sienten bien cuando les haces preguntas pertinentes y escuchas activamente sus respuestas. Si tomas un interés activo en la vida de los demás, se te regresará el favor.
Las preguntas abiertas proveen la mejor oportunidad para que las personas se expandan en un tema y ayudan a mantener la conversación fluida. Si no entiendes el punto que alguien trata de hacer, pide por clarificación y ejemplos específicos.
5. Practica el escuchar empáticamente. Escucha no sólo con tus oídos, sino también con tus ojos y corazón. No tienes que estar de acuerdo con la persona, pero sí imagina cómo se siente. Ponte en los zapatos de tu interlocutor para comprender completamente su punto de vista.
Desafortunadamente, la mayoría de las personas no escuchan para comprender, sino simplemente para responder. No te enfoques en lo que dirás después; esto te distrae de la conversación. Más bien, enfócate en la historia de la persona. Pregúntate: “¿Cómo me sentiría si esto me pasara a mí?” Y una vez que hayas absorbido lo que la persona ha dicho, responde acorde.
Por Jacqueline Whitmore
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