domingo, 29 de marzo de 2015

9 tácticas para ganar cualquier discusión

Para que ambas partes lleguen a un acuerdo, es vital que sepas comunicarte con la otra persona y entiendas su punto de vista.

Las discusiones no tienen lógica. Para ganarlas debes entender a la gente. Por eso, hemos reunido algunos puntos de varias investigaciones científicas para que conozcas algunas tácticas que te ayudarán a ganar cualquier pelea.

1. Sé civilizado. Contrario a lo que tu profesor de debate te dijo, las peleas no son racionales. Respeta la perspectiva de la otra persona sin importar lo ridículo que suene. “Cuando la gente tiene su valor validado de alguna manera, tiende a ser más receptiva a la información que reta sus creencias”, dice el psicólogo político Peter Ditto. Cuando estableces esa conexión emocional, puedes pensar de manera lógica.

2. No trates de “ganar” la pelea. Atacar las ideas de alguien lo puede poner en un modo de “irse o pelearse”. Una vez que están en el precipicio no habrá nada que los convenza. Así que si quieres ponerlos de tu lado, practica el “acuerdo extremo”: toma los puntos de vista de la persona y trata de entender su conclusión, aunque suene algo absurda.

3. No preguntes por qué, pregunta cómo. En un estudio de 2013, un psicólogo llamado Philip Fernbach separó a la gente con puntos de vista políticos extremos en dos grupos: los que tenían que explicar por qué estaban en lo correcto y aquellos que se les pedía explicar por qué sus ideales podían ser transformados en una política real. ¿El resultado? Los primeros tenían la misma confianza en sus ideas antes y después, los segundos tenían puntos de vista más débiles.

4. Haz un seguimiento. El cofundador de Pixar, Ed Catmull, conoció a Steve Jobs durante 26 años. Tuvieron algunas peleas. Él evitaba tener pleitos fuertes con Jobs y aplicaba el siguiente método:
“Le decía algo e inmediatamente lo rechazaba porque pensaba más rápido que yo. Esperaba una semana para llamarlo, le daba mi opinión sobre lo que él me había dicho e inmediatamente lo rechazaba. Esperaba una semana más...pero a veces esto duraba durante meses”.

El desacuerdo se resolvía de una de tres formas: Jobs admitía que Catmull estaba bien, Catmul se daba cuenta que Jobs estaba bien o Jobs no le respondía a Catmull (lo que quería decir que le daba su aprobación).

5. Haz preguntas abiertas. Si estás teniendo una discusión con tu esposa o esposo, el psicólogo John Gottman dice que debes hacer preguntas para que le permitas abrirse. Por ejemplo:

¿Qué cambiarias si tuvieras todo el dinero del mundo?
¿Cómo quieres que sea tu vida en tres años?
¿Te gusta tu trabajo?

También funciona para discusiones en el trabajo. Las preguntas abiertas ayudan a transformar las interacciones competitivas en cooperativas.

6. Ten confianza. La gente no escucha a la persona más inteligente de la habitación. Un estudio de 2013 refleja que tal vez oigan a la gente que actúa como si supiera todo.

7. Usa gráficas. Un estudio de Asner Tal y Crian Wansink muestra que la gente confía en los científicos. Hacer cosas que te hacen parecer un científico, como usar una gráfica, te hace ver más confiable.

8. Demuestra que otras personas están de acuerdo. Un psicólogo llamado Robert Cialdini dice que la “prueba social” es la forma más rápida para que la gente vea las cosas a tu manera. Usualmente asumimos que lo que otras personas hacen es el comportamiento correcto en una situación. Es la razón por la que las largas filas frente a un restaurante hacen que la comida adentro sea más tentadora.

9. Ve más allá de las anécdotas. Una historia sobre cómo tu tío o amigo come mucha mantequilla y sigue delgado es una anécdota. Pero si quieres que te tomen en serio, necesitas usar datos, es decir, algo con estudios y muestras reales.

Mejor aún, ver por el consenso. Los científicos recurren a esto para poder ganar las discusiones y lo hacen por una buena razón. El consenso científico es una colección de opiniones de todos los científicos y no sólo con el que estás conversando. Tal vez haya gente que no esté de acuerdo, pero si la mayoría llegó a un acuerdo significa que hay suficiente evidencia para apoyar la idea que es algo garantizado.

Por Drake Baer

domingo, 22 de marzo de 2015

Quince secretos de los exitosos para triunfar en lenguaje corporal

Las personas con un alto nivel de inteligencia emocional conocen del poder que tienen las señales no habladas sobre la comunicación y por lo tanto saben controlar su propio lenguaje corporal como corresponde.

Nuestros cuerpos tienen un lenguaje propio, y sus palabras no siempre son amables. Su lenguaje corporal probablemente se ha convertido en una parte integral de usted, hasta el punto de ni siquiera pensar en ello.

Si ese es el caso, es el momento de empezar a hacerlo, ya que podría estar saboteando su carrera, según un artículo de Travis Bradberry, colaborador de LinkedIn.

TalentSmart ha analizado más de un millón de personas y encontró que los escalones superiores de mejor rendimiento están llenos de personas con un alto nivel de inteligencia emocional (90% de los de mejor desempeño, para ser exactos). Estas personas conocen del poder que tienen las señales no habladas sobre la comunicación y por lo tanto saben controlar su propio lenguaje corporal como corresponde.

A continuación, las quince equivocaciones más comunes de lenguaje corporal que comete la gente y las que evitan hacer las personas emocionalmente inteligentes:

1. Encorvarse es una falta de respeto que comunica que usted está aburrido y no tiene ningún deseo de estar donde está. Nunca le diría a su jefe: “No entiendo por qué tengo que escucharlo”, pero si tiene una postura encorvada, no tiene que hacerlo pues su cuerpo lo dirá por usted, alto y claro.

2. Los gestos exagerados pueden implicar que usted está amoldando la verdad. En vez de eso, trate de hacer gestos pequeños y controlados que demuestren liderazgo y confianza, así como gestos abiertos –como abrir los brazos o mostrar las palmas de las manos– para comunicar que no tiene nada que ocultar.

3. Mirar el reloj mientras habla con alguien es una clara señal de falta de respeto, impaciencia y ego inflado. Este gesto envía un mensaje de que usted tiene mejores cosas que hacer que hablar con aquella persona y que está ansioso por terminar la conversación.

4. Alejarse de los demás o no ‘entrar’ físicamente en la conversación refleja falta de compromiso, desinterés, incomodidad e incluso desconfianza hacia la persona con quien está hablando. Trate también de inclinar la cabeza ligeramente mientras está escuchando, eso demuestra concentración y atención.

5. Tener los brazos cruzados –y en cierta medida las piernas cruzadas– son barreras físicas que sugieren que usted no está abierto a lo que la otra persona está diciendo. Incluso si usted está sonriendo o participando en una conversación amena, la otra persona puede pensar de que usted le está cerrando las puertas.

6. La inconsistencia entre sus palabras y su expresión facial hace que las personas sientan que algo no está bien y empiecen a sospechar que usted está tratando de engañarlos, incluso si no saben exactamente por qué o cómo.

7. Asentir la cabeza de forma exagerada refleja ansiedad respecto a la aprobación de algo. Las personas pueden percibir sus bruscos movimientos de cabeza como un intento de mostrar que usted está de acuerdo o entiende algo que en realidad no lo hace.

8. Mover nerviosamente o arreglar a cada rato su cabello demuestra que está ansioso, con demasiada energía, cohibido y hasta distraído. La gente lo verá como alguien demasiado preocupado por su aspecto físico y no tanto por su carrera.

9. Al evitar el contacto visual pareciera que tiene algo que ocultar y eso despierta sospechas. La falta de contacto visual también puede indicar una falta de confianza e interés, algo que nunca querrá comunicar en un entorno de negocios.

Mirar hacia abajo mientras habla refleja falta de confianza o cohibición, lo que hará que sus palabras pierdan impacto. Por otra parte, tener un contacto visual sostenido comunica confianza, liderazgo, fuerza e inteligencia.

10. Un contacto visual demasiado intenso puede ser percibido como agresivo o un intento de dominación. En promedio, los estadounidenses mantienen contacto visual durante siete a diez segundos y más tiempo mientras escuchan que cuando hablan. La manera como rompemos el contacto también envía un mensaje. Al mirar hacia abajo comunica sumisión, mientras que mirar hacia el lado proyecta confianza.

11. Torcer los ojos o ponerlos en blanco es una forma infalible de comunicar falta de respeto. Afortunadamente, si bien puede ser un hábito, es algo voluntario. Se puede controlar, y vale la pena el esfuerzo.

12. Fruncir el ceño o tener una expresión generalmente de infelicidad envía un mensaje de que a usted le molesta las personas que lo rodean, incluso si ellas no tienen nada que ver con su estado de ánimo. Fruncir el ceño aleja a la gente, ya que se sienten juzgados.

Por el contrario, sonreír sugiere que usted es una persona abierta, confiable, segura y amigable. Estudios de resonancia magnética han demostrado que el cerebro humano responde favorablemente a una persona que está sonriendo, y esto deja una impresión positiva y duradera.

13. Un débil apretón de manos sugiere que a usted le falta autoridad y confianza, mientras que un apretón de manos demasiado fuerte podría ser percibido como un intento agresivo de dominación, lo que es igual de malo. Adapte su apretón de manos a cada persona y situación, pero asegúrese de que sea siempre firme.

14. Tener los puños cerrados, al igual que los brazos y las piernas cruzadas, puede ser señal de que usted no está abierto a los puntos de vista de otras personas. También puede hacerle lucir argumentativo y defensivo, lo que hará que la gente se sienta nerviosa al interactuar con usted.

15. Acercarse demasiado. Si usted está parado demasiado cerca de alguien (45 cm), demuestra que no tiene ningún respeto o comprensión del espacio personal. Esto hará que la gente se sienta muy incómoda cuando esté cerca a usted.


domingo, 15 de marzo de 2015

12 frases que evitan que ganes más dinero

Estas trampas mentales sólo te limitarán e impedirán que te conviertas en millonario. Sigue estos consejos y alcanza la libertad financiera.

La mayoría de nosotros no crecimos rodeados de lujos y hemos vivido llenos de ideas, pensamientos y acciones de gente de clase media o pobre. Si fuiste criado así como yo, por padres con buenas intenciones pero con pocas formas de darte esa libertad financiera, entonces hay una buena probabilidad de que te creas estas frases.

Nadie negará que los ricos piensan y operan diferente cuando se trata de dinero e inversiones. Aquí hay algunas trampas financieras comunes:

1. “Sólo quiero lo suficiente para estar cómodo.” En el centro de la clase media, es normal pensar que encontrar ese lugar de confort te dará la libertad financiera. Considera que un número significante de personas ahorran algo de dinero para su retiro. Esto ha provocado que las masas sean incapaces de dejar de trabajar cuando es hora de su retiro porque no tienen el dinero suficiente para cuidarse durante las épocas difíciles.

2. “Necesito ganar dinero”. De hecho es ilegal hacer dinero, eso es trabajo del gobierno. Esta idea, que necesitas hacer dinero para tenerlo, te limita a pensar que debes intercambiar tu tiempo por la riqueza. Deja de pensar en hacer dinero y comienza a pensar en términos de colectarlo. Cuando intercambies algo de valor con la gente obtendrás dinero.

3. “Lo más grande no es siempre lo mejor”. Error. Lo más grande es mejor y el dinero es la gloria. Deja de pensar en pequeño. Las mejores empresas en el mundo son grandes. Quedarte pequeño te quitará mucha energía. Piensa 10 veces más grande de lo que creas necesario, es más divertido y te dará más probabilidades del éxito.

En los últimos 12 meses he entrevistado a más de 50 emprendedores exitosos que dirigen empresas multimillonarias y que empezaron con nada. Casi todos me dijeron que su mayor arrepentimiento fue no pensar en grande desde el principio.

4. “Más dinero, más problemas”. Esta es simplemente una idea que aquellos que no tienen dinero usan para justificar que cada vez tienen menos y que están en la quiebra. Si más dinero significa más problemas, entonces yo los recibo con los brazos abiertos porque intenté estar en quiebra y eso era más que un problema.

Deja de pensar que ser rico es feo, no lo es. La verdad es que entre más dinero tengas, más control y elecciones tendrás en cada aspecto de tu vida. Si estás en un asiento de primera clase, no significa que no tendrás a un borracho a tu lado. Comprar tu propio jet te permite controlar quién entra, pero entonces tendrás que contratar a dos pilotos y a un mecánico. Más dinero significa nuevos problemas, no más problemas.

5. “Necesitas dinero para ganar dinero”. La realidad es que más de tres cuartos de todos los millonarios actuales son de la primera generación. Eso significa que la gente ordinaria se hizo rica porque tuvo el coraje para seguir sus ideas. Esta frase es incorrecta. Se necesita dinero para ganar más dinero.

Aunque las personas ricas lo usan para crear esa riqueza, en un principio sólo necesitaron persistencia para crearlo. Esa creencia de que primero necesitas dinero te hace una víctima y no te deja seguir adelante. Yo comencé sin dinero, de hecho tenía deudas. A los 25 estaba en quiebra y cuando cumplí 35 estuve mejor que nunca.

6. “El dinero no crece en los arboles”. La persona que dice esta frase sugiere que el dinero es limitado y escaso. Hay muchísimo en el mundo, la única escasez de dinero en este planeta está en la mente de los que no lo tienen.

7. “Otro día, otro billete”. La fuerza laboral intercambia tiempo por dinero todos los días. ¿Tu tiempo vale 150 pesos la hora o 700 pesos? La realidad es que no importa cuánto obtengas, al final estás vendiendo tu tiempo y no tienes tanto. La mayoría de la gente cree que la única forma de hacer dinero es trabajando más horas, pero no es así.

8. “El dinero es la raíz de todo mal”. El dicho verdadero es “el amor al dinero es la raíz de todo mal”. Éste ha estado cambiando y se malentiende que el dinero es maligno. Bill Gates le dijo a una clase en una universidad: “si naciste pobre no es tu culpa, si sigues así sí lo es”. Creo que es peor no ser capaz de proveer para mi familia o ayudar a alguna causa, viajar y alimentar mis sueños.

9. “Un centavo ahorrado es un centavo ganado”. Si crees esto nunca tendrás libertad financiera. Un centavo ahorrado es un centavo y si pasas tu vida pensando en centavos nunca llegarás a ninguna parte. Ahorrar no es malo, pero los que están enfocados en ahorrar nunca avanzan. Nadie se hizo rico ahorrando, sólo se hicieron viejos.

10. “El dinero no compra la felicidad”. Nunca he conocido a alguien rico que estuviera intentando ser feliz mientras se hacía rico, no tiene nada que ver una con la otra. De hecho, yo nunca he buscado la felicidad, he estado tratando de encontrarle un significado a mi vida para hacer lo que más amo.

Conozco a personas felices e infelices. Mi esposa es la persona más feliz que conozco sin importar cuánto dinero tenga. Te aseguro que le gusta tener la libertad de gastar sin preocuparse. No hay forma en la que el dinero te haga feliz o infeliz, es sólo dinero.

11. “Un centavo por tus pensamientos”. Esta es el tipo de idea hiriente que le muestra a la gente el poco valor de su tiempo y dinero. Yo soy dueño de cuatro negocios, todos comenzaron con ideas y los siguieron las acciones. El hombre que inventó el velcro, el fundador de Starbucks y Henry Ford tuvieron ideas y no las intercambiaron por centavos. Tus posibilidades están limitadas por tus pensamientos, ideas y acciones.

12. “La gente rica es egoísta”. Debo ser honesto, yo he sido egoísta a veces para nunca más tener que depender de alguien económicamente hablando. Mi papa murió cuando tenía 10 años y dejó a mi mamá con suficiente dinero como para alimentar a sus tres hijos y darles una educación. Tuvo que ser algo egoísta para cuidarnos. Se necesita algo de egoísmo y autoestima para cuidarte y tener la libertad financiera para que no te conviertas en un problema para los demás. Si no piensas suficiente en tus propias finanzas, ¿cómo vas a tomar decisiones difíciles y las elecciones necesarias para tu esposa, hijos, comunidad y tu futuro?

Debes ser un poco egoísta hasta que tengas algo que compartir, ya sea una oportunidad, dinero o sabiduría. Estoy harto de escuchar a la gente decir “si tuviera su dinero ayudaría a más gente”, pero no pueden ayudar a otras personas porque nunca han estado enfocados en sus propias finanzas. Por eso llevan una vida enfocados en lo que harían y no en lo que pueden hacer.

Cualquier persona rica puede decirte que es fácil ganar más dinero. Haz que tu familia y amigos estén en la misma página que tú y no limites tus pensamientos.

Por Grant Cardone

lunes, 9 de marzo de 2015

Las 15 preguntas que miden la inteligencia emocional en una entrevista de trabajo

Más compañías están haciendo preguntas de entrevista diseñadas a medir la inteligencia emocional del candidato, la cual es su habilidad para percibir, controlar y evaluar emociones.


En los últimos años, un nuevo concepto se posicionado con fuerza en los reclutadores de talento. No solo buscan gente con capacidades técnicas o profesionales, sino que tengan desarrollada su inteligencia emocional.

Es por eso que más y más compañías están haciendo preguntas de entrevista diseñadas a medir la inteligencia emocional del candidato, la cual es su habilidad para percibir, controlar y evaluar emociones.

El blog del World Economic Forum una entrada de Phil Johnson, fundador de Master of Business Leadership (MBL) Inc., una plataforma de capacitación, en la que señala que las siguientes son algunas de las preguntas más comunes:

1. ¿Cómo podrá este papel ayudarte a lograr lo que quieres?
2. ¿Qué cosas te hacen reír?
3. ¿Cuándo fue la última vez que te sentiste avergonzado o avergonzada?(¿Qué ocurrió? ¿Cómo manejaste la situación?)
4. ¿Qué actividades te energizan o te entusiasman?
5. ¿Qué haces para divertirte?
6. ¿Cuáles son dos de tus hábitos personales que te han funcionado bien?
7. ¿Qué tan bien recibes la ayuda de otras personas?
8. ¿Cuán cómodo o cómoda te sientes al pedirles ayuda a otras personas?
8. ¿Cuál es una de las batallas internas que debes confrontar todos los días?
10. ¿Qué cosas te hacen enojar?
11. ¿Qué aspecto de tu trabajo te apasiona?
12. ¿Cómo podrías crear un mayor equilibrio en tu vida?
13. ¿Quién te inspira? ¿Por qué?
14. Durante un “día promedio”, ¿te consideras una persona con alta o baja energía?
15. Durante un “día promedio”, ¿tu enfoque principal está en los resultados o en las personas y sus emociones?

“La inteligencia emocional multiplica los resultados y la eficacia de la inteligencia intelectual”, escribe Johnson en una entrada de Linkedln. “La labor emocional es el tipo de trabajo más difícil de hacer y, hasta ahora, el más fácil de evadir. Esa es la educación esencial que necesitamos para aceptar lo inimaginable”.

domingo, 1 de marzo de 2015

5 errores de liderazgo de Whiplash

Un mal líder puede recurrir a los gritos y a la intimidación. Para sacar lo mejor de tus empleados, encamínalos hacia un objetivo en común.

¿Hasta dónde puede llegar un líder con tal de sacar lo mejor de su gente? ¿Cuál es la delgada línea que divide lo correcto de lo incorrecto? ¿En verdad Maquiavelo tenía razón al pensar que el fin justifica los medios? ¿La exigencia es sinónimo de excelencia?

Whiplash, la película recientemente ganadora de tres premios Oscar (mejor actor secundario, mejor edición y mejor sonido), ha desatado una gran polémica al tener como argumento principal un método de enseñanza cruel, extremista y agresivo para sacar lo mejor del alumno.

Terence Fletcher –personaje que le brindó el Oscar a J.K. Simmons como mejor actor de reparto– es un maestro de jazz que utiliza la violencia física y psicológica como una herramienta primordial para lograr la perfección en el desempeño de sus estudiantes.

Aunque al final Fletcher logró su cometido al empujar a uno de sus estudiantes, Andrew Neyman –interpretado por Miles Teller– mucho más allá de lo esperado, habría que tener presente que hacer las cosas bien no siempre es sinónimo de hacer lo correcto.

1. La cultura del miedo y la descalificación
A pesar de que este aspecto es llevado al extremo en la película, desafortunadamente, en el mundo empresarial es más común de lo que nos podemos imaginar.

En diversos procesos de coaching me he dado cuenta que en el clima laboral reina un sentimiento de miedo a equivocarse y desconfianza para expresarse de manera libre y creativa por temor a las consecuencias o regaños que puede haber por parte de los líderes.

Lo más grave es que esta actitud se contagia y va permeando hacia todas las áreas, hasta que se convierte en parte fundamental de la cultura y el “modus operandi” de la organización.

2. Cazadores de errores
Algunos líderes parecen estar muy al pendiente cuando se trata de remarcar lo que no se ha hecho o lo que está mal, pero cuando se trata de destacar los logros y avances no hacen demasiado aspaviento. 

Quizá sí emiten un reconocimiento pero es muy ligero en comparación del énfasis que le dan a las áreas de oportunidad.

El maestro Fletcher sólo detectaba los momentos en que sus alumnos estaban fuera de tiempo, pero era incapaz de reconocer su esfuerzo y compromiso. Por ejemplo, el día en que Andrew llega sangrando y mal herido a un concierto, después de haber sufrido un accidente automovilístico en el camino.

3. Ningún objetivo debe ser mayor a la dignidad de una persona
Por muy importante que sea un objetivo, éste no puede pasar por encima de una persona. Las faltas de respeto y/o humillaciones pueden tener un impacto significativo en su autoestima y estado de ánimo.

La retroalimentación de un líder es un arma muy delicada que puede catapultar el potencial de un individuo y llevarlo a lugares inimaginables o por el contrario, matar y destruir su pasión, seguridad y ganas de seguir adelante.

En el caso de Andrew, los malos tratos lo incentivaron aún más para logar su sueño de ser el mejor en su clase, sin embargo, nada nos garantiza que todos vayan a reaccionar igual. Recuerda que la misma medicina puede aliviar a una persona y matar a otra.

4. Confrontación que desafía vs. confrontación que destruye 
Hay confrontaciones positivas y negativas. La confrontación positiva despierta a las personas de un aletargamiento, los saca del error, los lleva a darse cuenta de sus puntos ciegos, los desafía a cambiar y a mejorar. La confrontación negativa ofende, expone, busca pelear y menospreciar a la otra persona. Este tipo de confrontación puede generar rencor, inseguridad y hostilidad.

Alguna vez uno de mis jefes me dijo: “Tú eres como los buenos toros: te creces al dolor”. No dudo que haya personas que ante una confrontación den lo mejor de ellos mismos, pero es muy probable que muchas otras personas reaccionen de manera contraria y lejos de crecer se entorpezcan o paralicen ante una confrontación negativa.

5. Destruir la confianza
¿Cómo confiar en alguien que te humilla y te maltrata? ¿Qué resultados puede haber en un ambiente en donde reina la desconfianza y el rencor? La base de toda relación exitosa, ya sea personal o laboral, es la confianza.

De acuerdo con diversos estudios, una de las principales razones por las que una persona decide irse de una organización es por la mala relación que sostiene con su jefe directo.

Es probable que en un ambiente de alta presión y exigencia se generen buenos resultados, pero ¿cuánto tiempo puede aguantar una persona bajo esas condiciones y cuál será su nivel de compromiso con la visión del líder y de la organización?

En lo personal me declaro totalmente en contra de utilizar cualquier tipo de agresión como un medio para lograr un fin, no obstante, creo que hay tres ideas y aprendizajes muy rescatables en la película que nos ayudarán a optimizar nuestro liderazgo: la pasión por lo que hacemos, el enfoque y compromiso con nuestros objetivos y evitar actitudes condescendientes que nos coloquen en una posición débil y conformista.


Por Marcela Hernández y Hernández